Marigú: biografia no autorizada de mi madre

Una mujer promedio tiene cerca de 21 pares de zapatos, Marigú triplica esta estadística. Asegura que se siente orgullosa y satisfecha con su estatura de 1,50, pero la altura de sus tacos la desmienten. No puede evitar escuchar la voz de su madre, cada vez que se ve tentada de comprar un par de zapatos planos: Marigú, te ves contra el suelo . Es admirable cómo alguien tan poco atlética puede dominar a la perfección el arte de caminar sobre un taco aguja de 10 centímetros, con una naturalidad que causaría la envidia de cualquier zanquero. Sin embargo, y de acuerdo a la ley de gravedad, todo lo que sube tiene que bajar. Y Marigú no sabía que no comprobaría esto con la caída de una manzana como Newton, sino en una excursión a la Laguna Humantay. La caminata no representaba un gran nivel de dificultad y eso no se lo dijo nadie, lo asumió cuando vio a una pareja de octogenarios en el grupo. Por lo tanto, concluyó que por ser más joven y tener una gran capacidad pulmonar a 4200 m.s.n.m., era

La percepción no es la realidad, pero la percepción puede volverse la realidad de una persona. Marigú es dueña de una sensibilidad que llega a incomodarla. Atribuye este rasgo de su personalidad a su signo zodiacal, piscis. Por lo tanto y para poder sobrevivir en este mundo, desarrolló un sistema para protegerse. Se trata de unos cajones imaginarios donde almacena dolores. Cada cajón queda sellado y las llaves están guardadas en medio del océano Pacífico.  Otra de las formas que encontró para esquivar el dolor es transformar la realidad. Es por eso que decidió desenmascarar a los locos y verlos por lo que en verdad son, millonarios excéntricos que protestan en contra del sistema con una propuesta diferente de estilo de vida. Este delirio se apoya en tres evidencias: se visten igual todos los días, evaden impuestos y son inimputables.  Sin embargo, por mucho que intentó creerse ese relato, no fue suficiente. Por esa razón, se hizo voluntaria en un hospital psiquiátrico. Y mientras co

Existe una escala que va del 1 al 10 para calificar el atractivo de cada persona. Y en la época que Marigú cursaba en la Facultad de Medicina Veterinaria, ella era un sólido 4. Tener conciencia de su puntaje le garantizó el éxito amoroso, sabía que podía aspirar a un 5 o conformarse con un 3. Por esa razón es que su orgullo fue herido por el galanteo de Julio Condori, un 1.  Las pretensiones de Condori por conquistar a una 4, lo convirtieron en un arribista ante los ojos de Marigú. Y el hecho de que toda la facu supiera que él estaba en carrera hacia su corazón, causó el mismo daño que sufrió Lacoste cuando los miembros de una banda de cumbia se vistieron con ropa de su marca. La devaluó.  Cada vez que Condori se le acercaba en los pasillos a decirle Maricocheta, tus ojos son dos rubíes hermosos y no puedo dejar de pensar en ti , ella fantaseaba con sumergirse en una tina llena de ácido muriático. Después de muchos rechazos, Condori dejó atrás sus planes de conquista y Marigú extrañó s

En un diagrama de venn , ¿cuál es la intersección entre una monja y una veterinaria? Ambas mantienen conversaciones unidireccionales con el ser que las tiene a su servicio. Es por eso que las esposas de Dios jamás tendrán discusiones maritales, y los veterinarios estarán obligados a adivinar y atinar el motivo de la visita de cada paciente (una pena que los poderes de Dr. Dolittle* no vengan con el título) .  Ambas opciones atraían a Marigú al momento de elegir cuál sería su carrera. Aunque contraer nupcias con la Santísima Trinidad y convertirse en pionera del poliamor , solo fue una amenaza a su madre que sugirió enfáticamente que siga la carrera de pedagogía porque curando perros y gatos se iba a morir de hambre. Sin embargo, esta profecía fue anulada gracias al dramático descenso en la tasa de natalidad en el mundo, la aparición de las familias multiespecie y el aumento en la demanda de cochecitos para pasear a los perrhijos . El amor por su carrera quedó demostrado durante el en