9. Altura


Una mujer promedio tiene cerca de 21 pares de zapatos, Marigú triplica esta estadística. Asegura que se siente orgullosa y satisfecha con su estatura de 1,50, pero la altura de sus tacos la desmienten. No puede evitar escuchar la voz de su madre, cada vez que se ve tentada de comprar un par de zapatos planos: Marigú, te ves contra el suelo. Es admirable cómo alguien tan poco atlética puede dominar a la perfección el arte de caminar sobre un taco aguja de 10 centímetros, con una naturalidad que causaría la envidia de cualquier zanquero.


Sin embargo, y de acuerdo a la ley de gravedad, todo lo que sube tiene que bajar. Y Marigú no sabía que no comprobaría esto con la caída de una manzana como Newton, sino en una excursión a la Laguna Humantay. La caminata no representaba un gran nivel de dificultad y eso no se lo dijo nadie, lo asumió cuando vio a una pareja de octogenarios en el grupo. Por lo tanto, concluyó que por ser más joven y tener una gran capacidad pulmonar a 4200 m.s.n.m., era la candidata ideal para disfrutar del espectáculo de aguas turquesas que le prometía la Cordillera de los Andes por el módico esfuerzo físico de 4 horas de caminata. 


La subida fue difícil porque el camino era en pendiente y estaba lleno de piedras. La pareja de ancianos le sacó una ventaja importante, pero ella no estaba allí para ganarle a nadie. De pronto, sintió la compañía de un caballo que era jalado por un hombre que le ofrecía llevarla a la cima por 20 dólares. Ella se negó por su terror a los caballos y por la ofensa de ser considerada el miembro más débil del grupo.


Es imposible poner en palabras la satisfacción que sintió cuando llegó a la cima y pudo ver esa maravilla de la naturaleza. Nada podía empañar su alegría, ni siquiera las fotos feas que le sacó una turista coreana como souvenir de su aventura. Ojalá esa hubiera sido su tragedia, pero no. 


A pocos minutos de empezar el descenso, escuchó una madera quebrarse. Sin saber, por unos segundos, que la responsable del sonido era su tibia. El hombre del caballo también escuchó la ruptura y apareció a ofrecer sus servicios de transporte con pago por adelantado. 


Luego de una operación y 6 meses de recuperación, volvió a caminar. A veces, se pone de puntillas para sentir la altura que le daban sus tacos como si fueran un miembro fantasma. Cambió los stilettos por zapatos de taco cuadrado con hasta 5 centímetros de alto. Y encuentra consuelo en saber que su altura no es cuestión de centímetros, sino de ubicación geográfica porque en Guatemala la estatura promedio de las mujeres es de 1,49. Esta cifra posiciona a este país como el único en el que describirían a Marigú como una mujer alta. 


Minutos antes de que su tibia se quiebre


Último registro usando stilettos          

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