11. Cuerpo
En la prehistoria, las mujeres de senos grandes y caderas anchas eran símbolo de fertilidad y belleza. En la época de Marigú, era todo lo contrario. Cada vez que se miraba en el espejo, cruzaba los dedos para encontrarse con el reflejo de Twiggy, pero siempre aparecía la Venus de Willendorf.
Eso poco le importaba cuando su mamá, profesora de repostería, aparecía en casa con una torta de chocolate recién hecha. Las calorías que Marigú gastaba yendo a buscar helado para acompañar el postre, se duplicaban a su regreso. Luego del festín, su mamá se aseguraba de no dejarla dormir para que no siga engordando. Sin embargo, su cuerpo de atractivo prehistórico estaba determinado a seguir haciendo que esas caderas luzcan cada vez más mullidas.
El guardarropas de Marigú en su adolescencia era bastante austero. Uno de sus vestidos favoritos era uno midi de color rojo con cierre en la espalda. Estaba hecho de lanilla, cosa que siempre la confundió porque el material era invernal pero tenía mangas cortas. La explicación estaba en que a la costurera se le acabó la tela y lo confeccionó amparada en la mediocridad del mejor hecho que perfecto.
No obstante, ese vestido fue el outfit elegido para ir a una kermesse en su colegio. Usar ropa de civil era todo un suceso para una colegiala que llevaba el uniforme escolar como segunda piel. Luego de ayudar en los preparativos del evento, regresó a casa a alistarse y cuando se puso el vestido, no cerraba. Por lo tanto, no tuvo mejor idea que llenar el cierre de broches y ocultarlo con un suéter. Si la incomodidad fuera una persona seguro sería Marigú enfundada en este vestido y abrigada en verano.
Desde ese día, desarrolló una dudosa y sospechosa alergia al gluten que hizo que sus caderas regresaran a la prehistoria. A pesar de sus 48 kilos y una estatura de 1,50, la dismorfia le sigue diciendo que es la misma chica a la que no le cerraba el vestido. Pero gracias a las activistas body positive, mujeres orgullosas de ser más Venus de Willendorf que Twiggy, es que dejó decirle talla mil a la talla Large, retomó su relación con las harinas, y se sacó su primera foto en traje de baño a los 68 años.
