17. Hijo


Marigú tuvo cuatro embarazos, pero sólo tres llegaron a término. En el primero, lloró porque era muy joven. Y en el último porque se sentía muy vieja. Bautizó a la criatura como Jesús en honor al padre y, a pesar de que son muy parecidos físicamente, siempre destacó que era una versión mejorada que quiere decir con rasgos indígenas disminuidos. 


La crianza de Jesús fue un reto para Marigú porque su principal miedo era ser madre de un hombre machista. Por lo tanto, decidió convertirlo en un aliado del feminismo y un ser del bien,  aunque los métodos no siempre fueron los mejores. Por eso, te preparé una lista de los top 5 momentos de la crianza de Jesús:

  1. Sobre chicas y flores: Comprarle cuadernos de Las Chicas Superpoderosas o querer sorprenderlo en el cole enviándole un ramo de flores, no suena descabellado. Pero Jesús iba a un colegio de hombres.
  2. Hablar con propiedad: Las hermanas de Jesús se aprovechaban de la ignorancia de la criatura y, a manera de insulto, le decían ser humano. Entre lágrimas fue a pedir ayuda a su madre.
         Jesús: Mamá, me están diciendo ser humano.   
        Marigú : Pero eres un ser humano
        Jesús: ¡No, tú también me dices! (el llanto se intensificó)
  1. Egocentrismo cero: Jesús tenía 7 años cuando llegó llorando porque había reprobado un examen de Religión. La única consigna era Dibujar 2 situaciones que muestren qué hace Jesús por nosotros. Y él se dibujó a sí mismo, alimentando al loro y tendiendo su cama. Marigú sabía que no debía de reír porque el chico no paraba de llorar, pero no pudo contenerse.
  2. No se negocia con terroristas: Una de las actividades que Jesús más odiaba en su niñez era acompañar a su mamá a hacer trámites. El día parecía interminable y ella no encontraba el lugar que estaba buscando, Jesús le decía que tenía sed y le exigía una bebida. En su desesperación, Marigú entró a una zapatería y preguntó: ¿Me puede vender una coca-cola? De pronto, la vergüenza que le causó su desquiciada madre calmó su sed.
  3. La vida te da sorpresas: El papá de Jesús trabajaba en Bolivia y Marigú iba a visitarlo una vez al mes. Jesús tenía 5 años cuando la acompañó al aeropuerto para despedirla. La idea era que se regresará a casa con su abuelo, luego de que su mamá dejará las maletas. Sin embargo, ella le dijo que la siga acompañando. De pronto, estaban por subir al avión y Jesús le dijo: Mamá, creo que yo no puedo entrar ahí. Ella lo abrazó y le dijo: ¡Sorpresa, tú también vas a ver a papá!

Solo hace falta pasar unos minutos con Jesús para darse cuenta que no es un machirulo. Su fashionismo, modos y formas de hablar, son prueba suficiente para decir que es un marigúlo.


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