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19. Casa-Miento

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Julieta Capuleto y Marigú pertenecen al selecto club de ceremonias de casamiento secretas. Marigú conoció a Jesús en la facultad de Medicina Veterinaria. Lo primero que le dijo fue: Que linda espalda que tienes . Él se sonrojó porque pensó que era un piropo, pero ella quería decirle que le estaba tapando el pizarrón. Jesús y Marigú fueron un amor prohibido, ella de clase media y él ni de media clase . Lo único que tenían en común las madres de ambos era que ninguno era suficiente para el otro. Sin embargo, con el tiempo Jesús logró ganarse a su suegra. Y Marigú intentó, pero entendió que a la suya quería perderla. Durante un viaje a Cuzco en el que Marigú fue a visitar a unos parientes, Jesús decidió sorprenderla. Mientras ella iba en un taxi, vio por la calle a un chico parecido a Jesús. Grande fue su sorpresa cuando se dio cuenta que era él. Se bajó del auto y corrió a sus brazos. Luego de unos días de escabullirse para verlo, le contó a su papá sobre el turista enamorado y salieron

18. Hija

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Alejandra es la segunda hija de Marigú, la bautizó con ese nombre porque estaba determinada en que la criatura debía de tener un carácter fuerte. Tomó esa decisión cuando la conoció porque era tan fea que no podía darse el lujo de ser débil. En su primera día en el mundo, Marigú la abrazó y le preguntó: ¿quién te va a cuidar cuando seas anciana?  Con el paso del tiempo, la madre de Marigú miró a la niña y dijo: Está chiquita está mejorando . A partir de ese momento, Marigú puso en práctica sus métodos poco convencionales para la crianza de una niña fuerte, con buena autoestima y feminista. La niña más fea del mundo: Marigú alega que leyó en un libro que para no criar a una narcisista era necesario bajarle la autoestima durante la infancia. Por eso,  le pareció lógico aplicar la técnica del negging * . Y cuando le preguntaba ¿Quién es la niña más fea del mundo? , Alejandra levantaba la mano y gritaba emocionada: ¡Yo, mamá! ¡Yo! Feminismo no es antónimo de femenino : En su determinación

17. Hijo

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Marigú tuvo cuatro embarazos, pero sólo tres llegaron a término. En el primero, lloró porque era muy joven. Y en el último porque se sentía muy vieja. Bautizó a la criatura como Jesús en honor al padre y, a pesar de que son muy parecidos físicamente, siempre destacó que era una versión mejorada  que quiere decir con rasgos indígenas disminuidos.  La crianza de Jesús fue un reto para Marigú porque su principal miedo era ser madre de un hombre machista. Por lo tanto, decidió convertirlo en un aliado del feminismo y un ser del bien,  aunque los métodos no siempre fueron los mejores. Por eso, te preparé una lista de los top 5 momentos de la crianza de Jesús: Sobre chicas y flores : Comprarle cuadernos de Las Chicas Superpoderosas o querer sorprenderlo en el cole enviándole un ramo de flores, no suena descabellado. Pero Jesús iba a un colegio de hombres. Hablar con propiedad: Las hermanas de Jesús se aprovechaban de la ignorancia de la criatura y, a manera de insulto, le decían  ser humano

16. Maquillaje

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El imperio romano de Marigú es el maquillaje, las incontables horas que ha invertido en perfeccionarlo la hicieron lograr que se convierta en una cirugía plástica sin intervención quirúrgica. Si algunas vez te sorprendiste con esos videos de transformaciones de mujeres coreanas que pasan de ser un 1 a un 10 con productos cosméticos, ver su antes y después provocará que te explote el cerebro y le ruegues que abra una secta de automaquillaje.  Sin embargo, su principal aliado es su peor enemigo. Por eso, es una fundamentalista del desmaquillante y busca cualquier ocasión para predicar: Por cada día que no te desmaquilles, tu piel envejece cinco .  Las manos de Marigú no corresponden con su anatomía de humano toy . Sus dedos son rudos y gruesos, y si tuvieran una etiqueta diría: ideales para trabajos de albañilería . Por eso es tan fascinante verla colocarse las pestañas postizas con ayuda de pinzas diminutas, lo hace parecer un esfuerzo tan mínimo como abrir la canilla de una ducha.  D

15. Cara

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  Con 70 años, Marigú ha vivido lo suficiente para tener el privilegio de decidir en vida el destino de sus restos mortales. Para hacer la elección correcta, hizo un cuadro comparativo entre el entierro y la cremación: Entierro Cremación - Putrefacción.  - Obligar a mi descendencia (y a su descendencia) al mantenimiento de la tumba.  - Gasto de flores (que también se pudrirán). - No habrá putrefacción . - De un polvo vine y en polvo me convertiré. - Llegaré a mi peso ideal. Después de un arduo análisis y una encuesta de Whatsapp en su grupo familiar, eligió la cremación. Sin embargo, si alguien se animara a hacer una tasación de su cuerpo se daría cuenta que prenderle fuego sería tan ilógico como hacer explotar un Ferrari.  Las razones por las que la opción más razonable es la momificación son: dos lifting faciales, innumerables inyección de bótox y ácido hialurónico, litros de bloqueador, sinfín de productos de skincare y horas de trabajo de especialistas en dermatología.  La cara de

14. Terror

  ¿Alguna vez tuviste esa pesadilla en la que regresas al colegio como estudiante? Es sorprendente cómo la mente logra convencerte para agregar verosimilitud a este sueño espantoso con argumentos como una nueva ley impulsada por el Ministerio de Educación que obliga a que todas las personas con secundaria completa vuelvan a cursar su último año escolar. El equivalente a esta pesadilla para Marigú es salir a la calle sin arreglarse y encontrarse con alguien, pero bien dicen: si puedes soñarlo, puedes lograrlo .  Marigú terminó su relación con Francisco cuando ambos tenían 17 años, fue su primer amor y todo indicaba que sería la persona con la que pasaría el resto de su vida. Las familias de ambos pertenecían al mismo grupo de amigos y frecuentaban la misma iglesia, nada podía ser más perfecto. Sin embargo, en su primer año de universidad, Marigú le echó el ojo a otro joven. Y así, Francisco tuvo su primera desilusión amorosa y le dedicó la canción Detalles de Roberto Carlos como una esp

13. Ropa

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La ropa empezó como una necesidad del Homo Sapiens para poder protegerse del frío con las pieles de los animales que cazaban. Es sorprendente ver el impacto de la evolución en guardarropas como el de Marigú, donde podemos encontrar más de treinta camisas blancas. Todas iguales, pero absolutamente diferentes ( Miranda Priestly te lo explicaría mejor y con la dosis justa de indignación) .   A diferencia de los primeros humanos, el impulso de Marigú por cubrir su cuerpo no nace de una necesidad sino de un deseo. Ella sabe que solo necesita una camisa blanca y que las otras veintinueve son deseos generados por su tablero de Pinterest y publicidades en Instagram .   El despertar del monstruo fashionista sucedió entre sus 40 y 45 años, cuando una vecina le recomendó la boutique de su amiga que vendía ropa de Estados Unidos. Lucía, la dueña de la tienda, miró de arriba a abajo a su nueva clienta sin sentido de la moda y tomó como un reto personal donar su falda a alguna novicia, y animarla